Material de Laboratorio

Se ha clasificado en material de: Vidrio, porcelana y metal.


Material de vidrio.


En la fotografía se muestra una pequeña representación de utensilios de laboratorio fabricados en vidrio.

El vidrio de reloj es una lámina del citado material, de forma circular cóncava-convexa, que se utiliza en el laboratorio para pesar productos sólidos, evaporar pequeñas cantidades de disolventes en disoluciones para obtener el soluto, y cubrir vasos de precipitado.​ También se pueden utilizar como portaobjetos en observaciones microscópicas.​

Se llaman así por su parecido con el vidrio de los antiguos relojes de bolsillo. El vidrio puede resistir hasta 150 °C. En la fotografía dos vidrios de reloj de distinto tamaño (10 y 5 cm).

También se construyen de plástico (el que se muestra en la parte inferior de la fotografía tiene 12 cm de diámetro). Son desechables y se emplean para impedir la contaminación durante la elaboración de las muestras. Sólo se deben emplear a temperaturas bajas. Son más económicos y ligeros que los fabricados con vidrio.


El recipiente de cristalización o cristalizador presenta una base ancha y poca altura. Su objetivo principal es cristalizar el soluto de una solución, por evaporación del disolvente. También tiene uso como contenedor. Las dimensiones del que se muestra a la izquierda son: Diámetro externo, 65 mm; altura, 45 mm. El cristalizador de la derecha presenta las siguientes dimensiones: Altura, 50 mm; diámetro externo, 105 mm.


La probeta es un instrumento volumétrico que consiste en un cilindro graduado de vidrio que permite contener líquidos y sirve para medir volúmenes. Las que se muestran son de 50 y 25 mililitros, con divisiones de 1 ml (calibradas a 20 ºC), diámetro externo, 25 y 20 mm. Las bases hexagonales miden 55 y 50 mm de un lado al opuesto. Son de la marca Pobel.

El embudo de filtración es un utensilio de forma cónica acabado en un tubo, que se emplea para canalizar líquidos y materiales sólidos granulares en recipientes de bocas estrechas. Es utilizado para evitar el derrame del líquido al moverlo de un envase a otro. También se utiliza, con auxilio de un filtro de papel adecuado, para separar sólidos de un líquido (filtración por gravedad). El embudo que aparece en la fotografía tiene las siguientes dimensiones: altura, 170 mm; diámetro máximo, 100 mm; diámetro mínimo externo, 10 mm. En el cono aparece grabada la marca “ALAMO”.


El embudo de decantación, tiene forma de pera, con un tapón en la boca superior y un cuello con una llave de paso para el vertido controlado de líquidos. Se utilizan para decantar dos fluidos inmiscibles. Pueden estar graduados, aunque esto no es muy común. Se utilizan en la extracción líquido-líquido. En la fotografía se ha marcado con una flecha la interfase. Abriendo la llave separaríamos la fase más densa. El embudo que se muestra tiene las siguientes dimensiones: altura, 25 cm, Diámetro máximo, 8 cm, longitud del tubo final, 9 cm. Tiene grabada la capacidad, 250 ml; la marca ALAMO y el material del vidrio, PYREX. La marca registrada como PYREX fue introducida por Corning Inc. en 1915 para denominar una línea de vidrio borosilicatado transparente de baja expansión térmica, utilizado para cristalería de laboratorio y utensilios de cocina.




Un vaso de precipitado es un recipiente cilíndrico de vidrio borosilicatado que se utiliza en el laboratorio para preparar o calentar sustancias y trasvasar líquidos. Es cilíndrico con un fondo plano y presenta diversas capacidades, desde 100 ml hasta varios litros.

La mayoría de los vasos de precipitado pertenecen al diseño de Griffin, en honor de John Joseph Griffin. En este caso suelen ser de altura baja en relación a su diámetro​ (su altura viene a ser 1,4 veces su diámetro) y suelen venir provistos de un pico o labio que facilita el vertido de líquidos sin que se produzcan derrames. Los vasos de Berzelius, en honor del químico sueco Jöns Jacob Berzelius, suelen ser más altos (su altura viene a ser el doble de su diámetro. A veces, carecen de pico vertedor. Las dimensiones del que aparece (modelo Griffin) en la fotografía son: 95 mm de altura; diámetro del vaso, 70 mm. Lleva las siguientes inscripciones “ approx. Vol. 50, 100, 150, 200; CSN; 250 ml; SIMAX; Czechoslovakia”.


El matraz de Erlenmeyer se utiliza para medir volúmenes de líquidos, hacer titulaciones o hacer reaccionar sustancias que necesitan un calentamiento prolongado. También sirve para contener líquidos que no se ven afectados directamente por la luz. Fue creado en el año 1861 por el químico Emil Erlenmeyer (1825-1909). Las dimensiones del que se muestra en la fotografía son: altura, 7 cm, diámetro de la base, 10 cm, diámetro del cuello, 4 cm. Tiene una capacidad de 500 ml. Aparece la marca RASOTHERM y “Made in GDR” (República Democrática Alemana).




El matraz aforado se emplea para medir un volumen exacto de líquido de acuerdo con la capacidad que aparece indicada en el propio matraz,. Tiene un cuello alto y estrecho para aumentar la exactitud en la medida. Se denomina aforado por disponer de una marca de graduación o aforo en torno al cuello para determinar con precisión cuando el líquido alcanza el volumen indicado.

Se llama enrasar a rellenar correctamente el matraz con el líquido, que es cuando el menisco queda tangente al aforo. Dada la estrechez del cuello, suele facilitarse el trasvase del líquido mediante un embudo, terminando el enrase con la ayuda de una pipeta.

Existen los de clase A, que son los de mayor precisión volumétrica y mejor calidad del material de vidrio, y los de clase B, para operaciones rutinarias. Los matraces aforados pueden ser incoloros o de color ámbar. Los últimos son usados para preservar disoluciones que son fotosensibles.

El que se muestra en la fotografía tiene las siguientes dimensiones: altura, 8 cm (sin tapón); diámetro máximo del bulbo, 6 cm; diámetro del cuello, 16 mm. Muestra las siguientes inscripciones: “ALAMO , Borosilicato , Cont. . 20ºC , 100 ml”.

El mechero de alcohol o quemador de alcohol consiste en un recipiente de vidrio de forma redondeada, con el fondo plano. En su parte superior posee un saliente cilíndrico por donde se coloca un tubo metálico de unos pocos milímetros de diámetro, a través del cual se inserta una mecha cuyo extremo posterior queda en contacto con el alcohol contenido en el recipiente. Conviene llenar de alcohol hasta las 3/4 partes del recipiente. Para asegurarse que no queden restos por fuera del mechero, es importante usar el embudo para su llenado y secar el exterior con papel absorbente. Luego se debe colocar la mecha, dejando no más de 1 cm por encima de la boca. El alcohol sube por capilaridad hacia la mecha, prende y se va consumiendo lentamente. El mechero tiene además un tapón de metal o vidrio que previene la evaporación del alcohol cuando no está en uso y sirve también para apagarlo, ya que cubre la entrada de oxígeno y sofoca la llama. Conviene acercar el tapón de costado y no desde arriba ya que la zona lateral de la llama genera menos calor que la zona superior. En ningún caso se debe soplar la llama para apagar el mechero porque al hacerlo se está renovando el oxígeno con lo cual se avivará la llama. Es conveniente colocar el mechero en un recipiente con arena, para prevenir un derrame de alcohol. Es utilizado en lugar de los quemadores Bunsen, con fines de seguridad y en laboratorios donde no se dispone de gas natural. Permiten calentar muestras o esterilizar utensilios aunque no generan una llama tan caliente como otros tipos de quemadores.

Son poco voluminosos, el que se muestra en la fotografía tiene las siguientes dimensiones: Altura, 12 cm; diámetro de la base del depósito, 6 cm; diámetro máximo del tapón, 4 cm. En la base aparece grabado “NORMA 80”.

El termómetro de laboratorio es un instrumento conformado por un tubo largo de vidrio con un bulbo en uno de sus extremos. En el exterior tiene grabadas las temperaturas que puede medir. El líquido que se dilata dentro del cuerpo del termómetro puede ser mercurio o alcohol teñido con algún colorante para facilitar la lectura. Estos termómetros no mantienen la máxima temperatura alcanzada como los termómetros clínicos. Para líquidos, el termómetro deberá introducirse sin que esté en contacto con la paredes del recipiente y a una profundidad que sea la mitad de la altura del líquido. Están construidos para medir la temperatura con un alto nivel de exactitud pero, como todo instrumento de medición, el termómetro debe estar calibrado y limpio para evitar errores en su funcionamiento. Existen termómetros de calibración.

El termómetro que se muestra puede medir temperaturas que van desde los -10°C hasta los 110°C de grado en grado. Sus dimensiones son: longitud, 250 mm; diámetro del tubo, 6 mm. Va protegido por un recipiente cilíndrico de plástico.

La pipeta es un utensilio volumétrico de laboratorio. Existen dos tipos: la graduada y la aforada. La pipeta graduada está formada por un tubo transparente, generalmente de vidrio, que termina en una de sus puntas de forma cónica. Está calibrada en unidades convenientes para permitir la transferencia de cualquier volumen desde 0.1 a 25 ml de un recipiente a otro de forma exacta. Se enrasa en los 0 ml y luego permite vaciar hasta el volumen deseado. En la fotografía se muestran las dos superiores. Una de ellas tiene una capacidad de 1 mililitro, dividido en fracciones de 0,1 y entre ellas, 0 divisiones. Está calibrada a 15 ºC y mide 30 cm de longitud.

Para la correcta utilización de la pipeta graduada, en el caso de no utilizar ningún instrumento de succión, debe tomarse por la parte superior, entre el dedo pulgar y el del medio, para aplicar el dedo índice en el extremo superior. Luego se introduce el extremo inferior de la pipeta graduada en el líquido, se quita el dedo índice del otro extremo y se deja que el líquido ascienda por el interior de la pipeta. Una vez que se alcanzó el volumen deseado (el borde del menisco debe quedar sobre la marca de graduación) se tapa con el índice el extremo superior para evitar que siga subiendo y también que se derrame. En ese momento se retira la pipeta con su contenido (siempre manteniendo el extremo tapado). Para volcar el contenido en otro recipiente, se separa levemente el dedo índice, y el líquido sale nuevamente. El movimiento del dedo índice, tapando o destapando, permite controlar el caudal a voluntad.

La pipeta aforada posee la forma de un tubo largo ensanchado en la parte central, poseyendo uno o dos enrases a los lados del bulbo. Esto hace que sólo pueda medir un volumen determinado de líquidos. Es la que ofrece una mayor precisión. Las que se muestran en la zona inferior de la fotografía permiten medir un volumen de 25 y 10 centímetros cúbicos. Su longitud es de 37 cm en ambas.

Junto a la pipeta suele utilizarse un instrumento de succión para hacer ascender el líquido por el interior. Se le denomina propipeta y puede ser una pera de goma o una propipeta de “bolígrafo” como la de la fotografía, con capacidad para succionar 25 mililitros de líquido. Tiene una longitud de 185 mm (plegada) y 280 mm cuando el émbolo está desplegado.

Hay que evitar succionar con la boca pues los líquidos pueden ser venenosos, corrosivos o emisores de vapores.


Las buretas son recipientes de diferente volumen, de forma alargada, graduadas, tubulares de diámetro interno uniforme. Presentan una boca ancha para rellenar la bureta con el líquido a utilizar y un estrechamiento notable en el extremo opuesto para que el líquido pueda salir, incluso gota a gota, regulado por la abertura que proporciona una llave intermedia. Permiten medir con precisión volúmenes de líquidos a una determinada temperatura. Son muy utilizadas para realizar valoraciones. En las Buretas de Geissler, la llave es de vidrio esmerilado o teflón; se debe evitar que el líquido esté mucho tiempo en contacto con la bureta, pues determinados líquidos llegan a obstruir, e incluso inmovilizar, este tipo de llaves.

La que se muestra en la fotografía tiene una longitud de 740 mm y un diámetro externo de 3 mm. Tiene capacidad para 60 mililitros y está graduada de 0,1 en 0,1 mililitros.

Muy interesante es la bureta inglesa. Presenta una boca ancha para rellenarla de líquido y una estrecha para ir vertiéndolo poco a poco, ambas situadas en la zona superior de la bureta. El resto es como un tubo de ensayo graduado. La que se muestra en la fotografía tiene una capacidad volumétrica de 10 mililitros (con divisiones de 0,1 ml), una longitud de 20 cm y un diámetro externo de cm.

Tubo de cristal graduado. El que se muestra mide 40 cm y presenta un diámetro externo de 29 mm. Está graduado de 0 a 120 ml de 0,1 en 0,1 mililitros. Calibrado a 20ºC.

Un mortero es una recipiente cóncavo que se utiliza para moler y mezclar sustancias, incluidos los productos químicos de un laboratorio. Viene acompañado con un brazo, cuyo extremo redondeado se utiliza para machacar y moler. La sustancia se muele entre el brazo (también llamado mano, pistilo, maja, maneta o macilla) y el mortero, frotando o golpeando el fondo convirtiéndola así en un polvo fino.

El Mortero de cristal que se muestra en la fotografía tiene las siguientes dimensiones: altura, 42 mm; diámetro máximo externo, 72 mm. El interior es rugoso para favorecer la molienda. El pistilo tiene una longitud de 80 mm y un diámetro máximo de 17 mm. Lleva las inscripciones “H” y “60”.


Una gradilla es un utensilio que forma parte del material de laboratorio y es utilizada para sostener y almacenar tubos de ensayo. En la fotografía, una gradilla de madera de mediados del siglo XX, con tubos de ensayo (abiertos y con tapón). Tiene capacidad para 12 tubos. El diámetro externo de los tubos es de 16 y 17 mm. La gradilla posee unas dimensiones de 17 x 22 x 5 cm. Los dos tubos de la derecha (fuera de la gradilla) son tubos de vidrio para espectrofotometría con luz visible (radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida entre 380 nanometros y 780 nm). Dimensiones: 7 x 5 x 2 cm. Los que se muestran eran utilizados en un Spectronic 20 de la empresa Bausch and Lomb.


Existen también tubos de ensayo de fondo plano que se fabrican en diferentes tamaños. Son apropiados para almacenar muestras sólidas. Los que se muestran en la fotografía miden 7, 8 y 11 cm de altura y 16, 18 y 9 mm de diámetro externo.

Cubetas de espectrofotometría UV-Visible. Tienen forma de prisma cuadrangular con dos caras transparentes (por ellas debe pasar la luz monocromática) y dos translúcidas. El espesor es de 1 cm y la altura es de 4,5 cm. Llevan sendos tapones para evitar la pérdida de muestra. El material es cuarzo, que permite el paso de la luz ultravioleta (radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida aproximadamente entre los 100 nanometros y los 400 nm). Son de la marca Hellma. Las dimensiones de las cajas son: 7 x 5 x 2 cm.


En los Laboratorios y Farmacias es muy común el uso de frascos de distinto tipo. Para los líquidos fotosensibles se utilizan frascos color topacio o azules dotados de un tapón esmerilado. En ellos se guardaban tinturas (de Iodo y Benjuí), aceites (de Alcanfor y Ricino) y esencias (de Timo y Geranio). Sirvan como ejemplo los cuatro frascos mostrados a la izquierda, que datan de la primera mitad del siglo XX. Fue un generoso regalo de D. Andrés García Crovetto, D.E.P, con el que compartía paseos por Granada que se hacían inestimables en su compañía. En el centro un frasco de vidrio transparente para guardar sustancias que no se alteran por la acción de la juz y, a la derecha, un frasco con gotero.

Equipo semi-micro AFORA. Los nombres de cada pieza y los posibles montajes científicos con ellas se muestran en la fotografía siguiente.

Equipo semi-micro AFORA de Química Orgánica, compuesto por 15 piezas con esmerilados intercambiables A 14. Vidrio Pirex o Jena Duran. El conjunto se aloja en una caja de 42 x 30 x 9 cm. Fabricado en España.

Esquema de un montaje para filtrar haciendo vacío con una trompa de agua. El frasco intermedio de seguridad asegura que el filtrado no se contamine con agua que provenga de la trompa de vacío.

Se utiliza para hacer el vacío en un recipiente. Consta de un tubo con una abertura por donde entra agua. El conducto se va estrechando y se introduce en otro, dejando un hueco. Así se produce la succión de aire a través del tubo que comunica con el recipiente en el que se desea practicar el vacío. La sección de tubo que ajustaba con la primera en el estrechamiento, comunica con el exterior, permitiendo la salida del agua. La trompa debe colocarse verticalmente en el grifo.

El funcionamiento de la trompa de agua puede explicarse mediante la ecuación de Bernoulli expresada en la forma: P + 1/2·d·v2 + d·g·h = cte ; y en la Ecuación de continuidad: A·v =cte

P es la presión, d la densidad, v la velocidad y h la altura de un elemento de fluido, g la aceleración de la gravedad y A es la sección de la tubería donde se encuentra el elemento de fluido que se desplaza.

En la ecuación de continuidad se observa que cuando la sección (A) disminuye, la velocidad (v) del líquido debe aumentar (para que el producto sea constante). El aumento de velocidad en el estrechamiento, incrementa el término 1/2·d·v2. El término d·g·h se mantiene prácticamente constante durante el proceso. En consecuencia, para mantener constante el término izquierdo de esta ecuación, debe disminuir la presión P en el estrechamiento. Esta caída de la presión justifica la extracción de aire en el recipiente que está comunicado con la trompa de agua. Se ha producido el efecto Venturi, consistente en la disminución de presión cuando un fluido, en movimiento dentro de un conducto cerrado, aumenta la velocidad al pasar por una zona de sección menor. En la fotografía central se han dibujado las secciones, que corresponden a diámetros de 23 mm y 4 mm. La longitud de la trompa de agua es 145 mm. Este efecto fue descrito en 1797 por el físico italiano Giovanni Battista Venturi (1746-1822). Para ampliar lo expuesto, puede consultarse (Enlace 1) y (Enlace 2).

La caja o placa de Petri es un recipiente redondo de cristal con tapa, para que se pueda cerrar el recipiente (aunque no de forma hermética) y apilar. Se utiliza para cultivar células, observar la germinación de las semillas, examinar el comportamiento de microorganismos, etc. Las cápsulas de vidrio se pueden reutilizar después de haber sido descontaminadas y esterilizadas. Las muestras pueden ser observadas con un microscopio directamente. En la fotografía (a la izquierda) se muestra una placa Petri de 60 mm de diámetro fabricada con vidrio de borosilicato G3.3, que presenta un coeficiente de expansión lineal muy bajo. En la tapa de la placa de Petri, que tiene las siguientes dimensiones: altura, 1 cm; diámetro máximo, 12 cm, aparece la inscripción “SOVIREL. FRANCE”.

También se fabrican en plástico, como la de la derecha en la fotografía, que tiene un diámetro de 60 mm y una altura con tapa, de 15 mm.

Las placas reciben su nombre por el bacteriólogo alemán Julius Richard Petri, ayudante de Robert Koch, el premio Nobel descubridor del bacilo de la tuberculosis. Petri describe las placas que llevan su nombre en un artículo que publicó en 1887 llamado «Una pequeña modificación de la técnica de cultivo de Koch».


Material de porcelana

En la fotografía se muestran algunos utensilios de laboratorio fabricados con porcelana. Algunas piezas se utilizan en experimentos en donde se alcanzan temperaturas de hasta 815°C.

El embudo Büchner se utiliza para realizar filtraciones. Tradicionalmente es de porcelana. Para realizar la filtración es necesario colocar el papel de filtro circular, del tamaño adecuado, en el interior del embudo. Se puede realizar filtración por gravedad o haciendo el vacío mediante una bomba de succión, un matraz kitasato, tubos y tapones de goma para garantizar el vacío.

El que se muestra es el tradicional con dimensiones: 10 cm de altura; diámetro externo máximo, 64 mm; diámetro interno máximo, 57 mm. En el exterior aparece la inscripción “GD.V.”


El embudo de filtración que se muestra también es de porcelana. Presenta dos partes bien definidas, una de ellas es un cilindro de 65 mm de altura y un diámetro máximo externo de 82 mm. En su interior existe un filtro cónico de 57 mm de profundidad que permite la colocación de filtros de papel tradicionales. La otra parte contiene el tubo y posee las siguientes dimensiones: 12 cm de altura ; diámetro máximo externo, 98 mm; diámetro máximo interno, 88 mm. Ambas piezas se acoplan entre sí y muestran en el exterior la inscripción “BX”.


La cápsula de evaporación o calcinación, generalmente de porcelana, es un pequeño contenedor semiesférico con un pico en su costado. Permiten concentrar las disoluciones u obtener las sustancias sólidas o cenizas que contienen, después de aplicar la llama de un mechero. Existen en diferentes tamaños, abarcando capacidades desde los 10 ml hasta los 100 ml. La porcelana es utilizada en estos utensilios porque son impermeables a los líquidos, resisten el calor y pueden soportar cualquier tipo de sustancia química. Son elaboradas con silicato potásico, esto permite que sean muy resistentes a las altas temperaturas a las que se les someterá. La rejilla de asbesto es una especie de malla de metal que se emplea entre el mechero Bunsen y la capsula de porcelana para transmitir el calor de manera uniforme.

En la fotografía se muestra una cápsula de porcelana de las siguientes dimensiones: 5 cm de altura y un diámetro máximo de 163 mm, y dos cápsulas pequeñas de 26 mm de altura y 65 mm de diámetro máximo externo.


El crisol de porcelana es un pequeño contenedor de laboratorio utilizado principalmente para calentar, fundir y calcinar sustancias. Para fundir y calentar con el crisol de porcelana se deben usar guantes o pinzas para retirarlo de la llama. También se fabricaban en níquel. Los de la fotografía tienen las siguientes dimensiones: Altura, 35 mm, diámetro máximo externo, 45 mm. Llevan las siguientes inscripciones: “79 MF – 6. HALDENWANGER. BERLIN”. En 1865, Wilhelm Haldenwanger, fundó en 1865 una fábrica de porcelana con su nombre en Berlín-Tiergarten . Allí comenzó con la producción de porcelana técnica (botes de farmacia y utensilios de laboratorio). La historia de la empresa se puede consultar en el (Enlace 1).


Las dimensiones del mortero que aparece en la fotografía son: altura, 48 mm; diámetro máximo externo, 88 mm. Lleva la inscripción “STAATLICH. BERLIN”. El pistilo tiene una longitud de 102 mm y un diámetro máximo de 25 mm. Lleva la inscripción “Pf2. STAATLICH. BERLIN”.


Material de laboratorio en metal.


Los soportes utilizados para sujetar utensilios de laboratorio suelen tener un pie pesado para dar estabilidad al conjunto. Mediante “nueces” se sujetan a la barra los diversos elementos: Pinzas de formas diferentes, anillos, etc.

El soporte central tiene una abrazadera de bureta y dos anillos para embudos (de 6 y 8 cm de diámetro externo). La barra de acero inoxidable mide 51 cm de altura. La base mide 21 x 14 cm.


Uno de los elementos de más utilidad en un laboratorio es la espátula. Es imprescindible para pesar sólidos. Como se muestra en la fotografía, se puede presentar en diferentes formas y tamaños.

Las pinzas de laboratorio se presentan también en diferentes formas y tamaños. Tienen múltiples aplicaciones: Coger pesas, manipular tejidos para elaborar preparaciones, etc. Las dos pinzas que aparecen a la derecha de la fotografía se denominan “pinzas de presión”, se abren al ejercer presión sobre ellas (de modo contrario a las pinzas convencionales).


En la fotografía se muestran diversas tapaderas de crisoles de níquel (110, 90 y 57mm). Los de mayor tamaño llevan impreso “NICKEL PUR”. A la derecha, un conjunto de dichos crisoles tomado de un catálogo alemán de principio del siglo XX.

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